Oriol López, F. B.
La leptospirosis es la principal zoonosis reconocida de amplia distribución mundial con una mayor incidencia de casos en climas tropicales en personas que ejercen actividades de ocio y en trabajadores que están en campos de caña de azúcar, mataderos o se hallan expuestos por la presencia de animales de granja. Aunque cerca del 90% suelen tener una evolución clínica favorable, la mayoría de leptospirosis suelen producir nefropatías tipo glomerulonefritis, alterando la tasa de flujo glomerular (TFG). El tratamiento de elección es la penicilina G sódica, aunque actualmente también se incluye a la ceftriaxona como tratamiento de primera línea. La alternativa antibiótica a la penicilina es la doxiciclina. Se debe tener especial cuidado en el manejo de este antibiótico para evitar toxicidad sistémica relacionada con la dosis y sobre todo con el aumento de nitrógeno uréico en sangre. A pesar de que la doxiciclina es el tratamiento de elección en alérgicos a la penicilina, los estudios actuales demuestran una mayor eficacia con azitromicina. Por lo que se debe considerar la azitromicina como una alternativa antibiótica a la doxiciclina en el tratamiento de la leptospirosis humana no ictérica. El presente artículo evalúa la eficacia de la ceftriaxona sobre la Penicilina G sódica y de la doxiciclina respecto a azitromicina en el contexto de tratamiento antibiótico para leptospirosis humana ictérica o Weil y anictérica o leve.