- (2009) Volume 5, Issue 5
Jhon Fredy Ramírez Villada*, Carlos Enrique Melo, Robert Giorgi Laverde
Facultad de Cultura Física, Deporte y Recreación, Universidad Santo Tomás, Bogotá (Colombia)
Los cambios neurales, estructurales y funcionales acontecidos con el proceso de envejecimiento han llevado a sugerir nuevos reg?menes de intervenci?n con la aplicaci?n de cargas aer?bicas y anaer?bicas. Dichas propuestas deben ser analizadas cuidadosamente ya que es posible que perjudiquen, por las caracter?sticas del proceso degenerativo, en la aceleraci?n de la dependencia funcional. Se valoraron 13 deportistas, entre 50-60 a?os y adscritos a grupos de atletismo buscando analizar la incidencia de las cargas aer?bicas sobre la composici?n corporal, la capacidad y potencia anaer?bicas, as? como respecto a la velocidad de desplazamiento. La evaluaci?n antropom?trica permiti? estimar los compartimientos corporales, y las pruebas de Wingate y de velocidad sobre diferentes tramos, ayudaron a valorar la trasferencia de la fuerza generada a la funcionalidad. Los resultados revelan que las caracter?sticas de capacidad y potencia anaer?bicas se ven influenciadas por el peso de los diferentes compartimientos y el ?rea de secci?n transversal del muslo. De igual forma, que los tramos de 30 y 45 metros guardan una relaci?n directamente proporcional y positiva con la potencia media generada, aunque no con el pico de potencia. En conclusi?n la relaci?n de las variables antropom?tricas, de capacidad y potencia anaer?bica (Wingate), as? como la velocidad de desplazamiento, permiten analizar el comportamiento estructural y funcional de los mayores activos, relacionado con el r?gimen de entrenamiento.
Key words
functional character, corporal composition, anaerobic capacity and power, velocity, older people
Los cambios neurales, estructurales y funcionales acontecidos con el proceso de envejecimiento han llevado a sugerir nuevos regímenes de intervención con la aplicación de cargas aeróbicas y anaeróbicas. Dichas propuestas deben ser analizadas cuidadosamente ya que es posible que perjudiquen, por las características del proceso degenerativo, en la aceleración de la dependencia funcional. Se valoraron 13 deportistas, entre 50-60 años y adscritos a grupos de atletismo buscando analizar la incidencia de las cargas aeróbicas sobre la composición corporal, la capacidad y potencia anaeróbicas, así como respecto a la velocidad de desplazamiento. La evaluación antropométrica permitió estimar los compartimientos corporales, y las pruebas de Wingate y de velocidad sobre diferentes tramos, ayudaron a valorar la trasferencia de la fuerza generada a la funcionalidad.
Los resultados revelan que las características de capacidad y potencia anaeróbicas se ven influenciadas por el peso de los diferentes compartimientos y el área de sección transversal del muslo. De igual forma, que los tramos de 30 y 45 metros guardan una relación directamente proporcional y positiva con la potencia media generada, aunque no con el pico de potencia.
En conclusión la relación de las variables antropométricas, de capacidad y potencia anaeróbica (Wingate), así como la velocidad de desplazamiento, permiten analizar el comportamiento estructural y funcional de los mayores activos, relacionado con el régimen de entrenamiento.
Introducción
La velocidad ha sido considerada en términos generales como la capacidad de recorrer un espacio o realizar un movimiento simple en el menor tiempo posible [1-3]. Esta capacidad puede ser manifestada por el tiempo de reacción, la rapidez de ejecución (velocidad gestual) o la velocidad de desplazamiento generada, aspectos que estarán condicionados por factores neurales (cantidad y calidad de las unidades motoras) y estructurales (tipo de fibras musculares) [4-6].
Por otro lado, se debe considerar que las manifestaciones de fuerza máxima y fuerza dinámica máxima son determinantes para la manifestación de la fuerza explosiva, capacidades en conjunto que guardan una correlación elevada con los tiempos alcanzados en 60 metros lisos o con las velocidades en diferentes tramos [2,7,8]. Estas evidencias son soportadas sobre la base que las unidades motoras fásicas son más grandes y están formadas por fibras rápidas (fast twich fibers, FT) que dependen del metabolismo anaeróbico y que desarrollan tensiones elevadas con un tiempo de contracción más breve [8,9].
Con respecto a lo expresado, es importante señalar que existen nuevos modelos de intervención con sujetos mayores de 50 años, que han revelado resultados prometedores con respecto a la capacidad de manifestar diferentes tipos de fuerza, alterar el área de sección transversal muscular (hipertrofia) y de aumentar el grado de independencia funcional [10-12]. Ahora bien, dichos modelos no pretenden detener el proceso natural de envejecimiento, pero si se muestran como alternativas metodológicas para enlentecer los cambios degenerativos ocurridos en estas etapas de la vida.
Si tal como plantean los autores es posible modificar la fuerza en sujetos que inician o están en plena etapa de envejecimiento (mayores de 50 años), es pertinente analizar la transferencia de dichas adaptaciones a tareas comunes como caminar, correr, saltar [13-15], etc., el problema es que la mayoría de test relacionados con el tema, se encuentran validados en población joven activa, pero no en sujetos mayores de 50 años, donde se hace más evidente el deterioro sufrido por el organismo como consecuencia del proceso de envejecimiento.
Este panorama lleva a considerar la importancia de analizar la reciprocidad de la capacidad y potencia de los diferentes sistemas de producción de energía solicitados bajo condiciones aeróbicas y anaeróbicas, para llegar a comprender de forma más precisa, los efectos de los modelos de intervención aplicados sobre la independencia funcional, así como sugerir nuevas estrategias de control diagnóstico que puedan ser fácilmente aplicadas.
Atendiendo a lo expresado se plantea una primera etapa de esta investigación que tiene como objetivo el analizar la relación de la velocidad lisa de desplazamiento en diferentes tramos, la potencia y la capacidad anaeróbica, en varones entre 50 y 60 años de edad, con historia de entrenamiento aeróbico.
Materiales y métodos
Muestra
Se entrevistaron 40 varones pertenecientes a los grupos máster de atletismo de la ciudad de Bogotá (Colombia), con una práctica física no menor a un año, una frecuencia de entrenamiento entre 4-7 días por semana y enfrentados a cargas aeróbicas de entrenamiento, de los cuales 17 individuos cumplieron los criterios de inclusión (tabla 1).
Tabla 1. Características de la muestra seleccionada.
Para iniciar el proceso de selección y organización de las pruebas, los sujetos fueron valorados clínicamente atendiendo a los siguientes aspectos: alteración de la columna vertebral, de miembros superiores o inferiores, amputaciones, secuelas de fracturas, prótesis, tratamiento con esteroides, enfermedades cardiovasculares y afecciones articulares.
Para la participación del proceso, la muestra aporto el formulario de consentimiento informado donde se detallaban los objetivos, procedimientos y riesgos de la investigación, así como el uso confidencial de los datos. Este estudio fue autorizado por el equipo de salud y ética de la Universidad Santo Tomás (Bogotá) y fue conducido de acuerdo a los parámetros establecidos en la declaración del Helsinki.
De los 17 varones que completaron los criterios de selección, 13 finalizaron el estudio, hubo una pérdida muestral del 23,5 %, individuos que fueron excluidos por su asistencia irregular, abandono parcial o inasistencia a alguno de los controles programados para el estudio. No se refirieron lesiones, salvo dolores musculares y fatiga subjetiva posterior a la ejecución de las pruebas.
Diseño Experimental
El protocolo del presente estudio se presenta en la figure 1, donde se advierte que las pruebas fueron confirmadas entre 2 y 3 ocasiones durante dos semanas, separadas por un intervalo entre prueba y prueba de 2 días, cuyo propósito era reducir el posible efecto aprendizaje y obtener unos datos de análisis confiables.
Figure 1: Organización y secuencia de aplicación de las pruebas
Pruebas de evaluación
La valoración de la composición corporal se realizó siguiendo las indicaciones del grupo español de cineantropometría [16,17]. Se determinó el porcentaje graso, el porcentaje magro, el porcentaje óseo y el porcentaje residual a través de la medición de los pliegues cutáneos, bíceps, tríceps, subescapular y supracrestal, siguiendo las ecuaciones de Brozek et al, De Rose y Guimaraes, Rocha, 1975, Wurch, 1974, respectivamente y tomando como referente a Durning y Womersley (1974) para la estimación de la densidad corporal. De igual forma, se calculó el índice de masa corporal y perímetro corregido del muslo como complemento al estudio [16-20].
El instrumental usado para la antropometría constaba de: plicómetro Slimguide®, cinta métrica antropométrica Holtain® y paquímetro Berfer ®. Para el conocimiento de la función neuromuscular, los sujetos fueron familiarizados con las diferentes acciones (velocidad lisa 15 metros, velocidad lisa 30 metros, velocidad lisa 45 metros y prueba de Wingate) 7 días antes del primer control.
Para la valoración de la capacidad y potencia anaeróbica fue seleccionado el test de Wingate [21], haciendo uso de una bicicleta modelo Monark 810, donde se solicito el pedaleo con los miembros inferiores, durante 30 segundos, contra una resistencia constante (0,075 kilogramos por kilogramo de peso corporal) atendiendo a las consideraciones internacionales. Previo al inicio de la valoración, se ajusto la altura de la silla y las correas según la longitud de los miembros inferiores del paciente, se dio una señal verbal (inicio), un conteo regresivo [1-3] y una continua motivación verbal que permitiera asegurar la máxima manifestación de la capacidad física.
En cuanto a la velocidad de desplazamiento, las distancias a analizar fueron tramos de 15, 30 y 45 metros lisos [22-24], las cuales fueron establecidas haciendo uso de una cinta métrica, un dibujo de la línea de trayecto sobre la superficie (para delimitar el espacio a recorrer) y un dibujo de la línea de preparación a dos metros antes de la estación de salida (figure 2.). Los tiempos se registraron saliendo y girando por el lado derecho, buscando con ello controlar la calidad de la medición, y se establecieron puntos visibles para la prueba que permitieran delimitar el trayecto. En cada prueba se ejecutaron 3 intentos y fue anotado el más representativo para su posterior análisis, siendo empleados como instrumentos para las mismas: cronómetros digitales Konus®, pivotes y una cinta métrica de 30 m de longitud Holtain®.
Figure 2: Tramos empleados en la valoración de la velocidad de desplazamiento
Análisis Estadístico
Para el cálculo de medias y desviaciones estándar fueron empleados métodos estadísticos estandarizados, en el caso de la estimación de la correlación fueron aplicadas pruebas no paramétricas (Sperman y Kendall), estableciéndose niveles de significación para una p <0,05 y altamente significativos para una p < 0,001.
Resultados
Las correlaciones entre las variables antropométricas, la prueba de Wingate y la velocidad alcanzada en las distancias propuestas de 15, 30 y 45 metros lisos se presentan en la tabla 2. Sobresalen las relaciones entre las distancias de 30 metros-45metros y la potencia media generada, con unos valores estrechos y altamente significativos. Destaca de igual forma, la nula correlación entre la masa magra y el perímetro corregido del muslo, la potencia pico y media generada con la velocidad máxima alcanzada.
Tabla 2. Correlación de las variables analizadas.
De igual forma pueden apreciarse los comportamientos proporcionales y positivos de las variables, donde con el incremento progresivo de la potencia media general y potencia por kilogramo de peso, se observa una mayor velocidad para la tarea de 30 metros lisos.
Similares observaciones destacan entre la potencia media general o potencia media expresada por kilogramo de peso total movilizado con la velocidad máxima alcanzada en la tarea de los 45 metros lisos.
Discusión
Atendiendo al concepto físico de la potencia, que determina el valor de la misma por el producto de la fuerza aplicada y la distancia recorrida [25], es evidente la relación proporcional y altamente significativa encontradas entre el peso corporal total y el pico de potencia en este trabajo (r=0,80; p=0.001). Ahora bien, es necesario considerar que el peso corporal total (magro, graso, óseo y residual) influye en la fuerza ejercida en algún punto en la fase de descenso en el pedaleo, ya que entra en acción un valor determinante, como es la fuerza de la gravedad.
Lo expresado lleva a plantear que la fuerza ejercida por los miembros inferiores se ve influenciada por la carga expresada en kilogramos del componente graso, ya que debe ser vencido con la misma cantidad de masa magra del tren inferior involucrada en la potencia total generada. Estos datos han sido tenidos en cuenta en varios estudios y en la misma aplicación de la prueba de Wingate, donde se hace necesario estimar la masa magra movilizada con el objetivo de aclarar el grado de participación de la misma en la tarea solicitada [21,26].
En este sentido, es interesante la correlación registrada entre peso corporal total, el IMC, el perímetro corregido del muslo y la potencia pico registrada en los sujetos valorados, que si bien no fue antes de los 5 segundos, si es lineal demostrando que las características de potencia de lo sujetos se ve alterada por el porcentaje de masa magra solicitada, y como señalan varios estudios, por la calidad y cantidad de las fibras implicadas (ST/FT) [27-30].
Los resultados coinciden con estudios donde se demuestra la marcada relación del estado del sistema músculo esquelético con la condición anaeróbica, y en consecuencia con el grado de independencia funcional, donde se debe considerar que la calidad y cantidad del comportamiento magro sufre incrementos picos entre los 25-30 años, momento en que se reporta un deterioro progresivo que se hace notorio a partir de los 50 años de edad y que afecta el trabajo en condiciones anaeróbicas [31-34].
Ya que el objetivo del estudio era establecer una distancia que permita analizar y diagnosticar el estado saludable de sujetos entre 50-60 años y que refleje gráficamente la influencia de los métodos de entrenamiento aplicados, se procede a discutir los resultados relacionados con este aspecto.
Al comparar la potencia pico y potencia media con la velocidad alcanzada sobre los 15 metros lisos, no se observan valores significativos. Por otro lado, al comparar la potencia pico y media manifestada con la velocidad sobre el tramo de 30 y 45 metros lisos, llama la atención la relación entre la potencia media y la velocidad alcanzada para cada tarea, que sugiere por un lado unas características bajas de potencia en los sujetos valorados (establecidas por el tiempo hasta alcanzar el pico máximo de potencia), y por el otro, una capacidad elevada y lineal de los sujetos para mantener los esfuerzos en el tiempo sin presencia de fatiga (potencia media).
El análisis propuesto permite relacionar la proporción de fibras rápidas (fast twitch, FT) frente a las fibras lentas (Slow Twitch, ST) atendiendo al tiempo requerido hasta alcanzar el pico máximo de potencia. Los datos permiten reflexionar sobre el deterioro de la capacidad y potencia de los sistemas energéticos solicitados, que puede explicarse en parte por el deterioro neural y estructural mencionado por diversos autores, pero donde también se evidencia la adaptación fisiológica al tipo de estímulo al cual es sometido el sujeto [31-33].
Recordamos al lector que la muestra valorada son mayores de 50 años con una alta participación en actividades aeróbicas, modelos de intervención que si bien colaboran en el mejoramiento de la resistencia cardiovascular, perjudican cuando son usados en exceso y en estas edades específicas, la expresión de fuerza y potencia, y consecuentemente la manifestación de velocidad, elementos claves para el mantenimiento de la independencia funcional [10,34].
Ya algunos autores [8,35,36] habían explicado como la unidad motora tónica, constituida por fibras lentas (ST) se caracteriza por una elevada capacidad de resistencia, mientras que la unidad motora fásica, constituidas por fibras rápidas (FT), requieren del metabolismo anaeróbico para llegar a desarrollar tensiones elevadas.
La intencionalidad de la investigación estaba centrada en sugerir un test estimativo de campo que permitiera analizar la relación fuerza expresada, metabolismo solicitado y velocidad manifestada, donde los datos en tramos de 30 metros y 45 metros revelan la capacidad de los mayores de 50 años entrenados con estímulos aeróbicos, para mantener la velocidad de la tarea de manera constante, pero no son definitivos, ya que se hace necesario aplicar un modelo de intervención orientado a la fuerza, que permita afirmar con claridad y certeza el tramo ideal a emplear, así como el límite de las adaptaciones neurales, estructurales y metabólicas posibles de alcanzar en estas edades.
Se concluye por tanto, que las características de capacidad y potencia se ven influenciadas por el peso expresado en kilogramos del componente magro, graso y el perímetro corregido del muslo en el grupo estudio, donde se debe considerar específicamente, el porcentaje de participación entre fibras lentas (ST) y fibras rápidas (FT). De igual forma, que el tramo de 15 metros no guarda relación con el pico de potencia, la potencia media y la mínima, no obstante, en el tramo de 30 y 45 metros las correlaciones de la potencia media y la velocidad, sugieren que los sujetos pueden mantener la intensidad de la tarea de manera constante.
Los resultados invitan a sugerir nuevos modelos de intervención, cambiando los modelos tradicionales orientados exclusivamente al entrenamiento de la capacidad aeróbica, por modelos mixtos (fuerza/ resistencia) [10,37,38]. Esta trabajo permitirá aumentar la cantidad de pruebas para el control diagnóstico de la capacidad y la potencia anaeróbicos, así como para el análisis del estado saludable en sujetos sedentarios o intervenidos con cargas de entrenamiento aeróbicas y anaeróbicas.
Agradecimientos
Queremos brindar reconocimiento a la colaboración activa de las estudiantes Diana Lozano y Cindy Castro quiénes apoyaron continuamente las labores del equipo, de igual forma a la Dra. Luz Cristina López por su gestión como decana antes los estamentos respectivos.
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