Editorial - (2022) Volume 18, Issue 3
Received: 14-Dec-2021, Manuscript No. ipadm-21-11493; Editor assigned: 16-Dec-2021, Pre QC No. ipadm-21-11493(PQ); Reviewed: 30-Dec-2021, QC No. ipadm-21-11493; Revised: 28-Feb-2022, Manuscript No. ipadm-21-11493(R); Published: 07-Mar-2022, DOI: 10.36648/1698-9465.22.18.1527
Pandemia de COVID-19 ha afectado sustancialmente a todos los campos de la medicina a nivel mundial. El control de las enfermedades crónicas no transmisibles ha sido uno de los mayores desafíos por las dificultades para el retorno de la atención presencial, las barreras para acceder a los servicios de salud y el temor de la comunidad a acudir a los centros asistenciales. La diabetes mellitus es una de las enfermedades crónicas no transmisibles más prevalentes en el mundo, generando el mayor número de complicaciones, aumentando el riesgo de morbilidad, mortalidad y discapacidad.
COVID-19; Síndrome post-agudo de COVID-19; Diabetes mellitus; Factores de riesgo cardiometabólico; Complicaciones
La pandemia de COVID-19 ha afectado sustancialmente a todos los campos de la medicina a nivel mundial. El control de las enfermedades crónicas no transmisibles ha sido uno de los mayores desafíos debido a las dificultades para el retorno de la atención presencial, las barreras para acceder a los servicios de salud y el temor de la comunidad a acudir a los centros asistenciales [1,2]. La diabetes mellitus es una de las enfermedades crónicas no transmisibles más prevalentes en el mundo, generando el mayor número de complicaciones, aumentando el riesgo de morbilidad, mortalidad y discapacidad [3,4]. La estricta adherencia a los planes terapéuticos permanentes es uno de los mayores desafíos para su control, y en la actual pandemia donde en muchas partes del mundo escaseaban los medicamentos y no era posible acudir a las farmacias ni a los hospitales, se observó un preocupante descontrol [3,4]. Además, aquellos pacientes con diabetes mellitus que desarrollaron COVID-19 tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar un fenotipo grave y morir [4].
Sin embargo, más tarde se observó que la fase aguda de la COVID-19 no es la única preocupación, sino también la fase del síndrome post-COVID-19. El síndrome post-COVID-19 se define como la aparición o persistencia de síntomas relacionados con la lesión de órgano diana durante la fase aguda de la COVID-19, comenzando 3 semanas después del inicio de los síntomas y pudiendo persistir hasta 3 meses [5,6]. Los estudios han observado que durante esta fase se produce un número considerable de complicaciones y muertes, incluso en pacientes jóvenes sin comorbilidades ni factores de riesgo [7]. Ahora bien, derivado de las secuelas que pueden ocurrir durante la fase aguda de la COVID-19, existen varios eventos que pueden contribuir a que la fase post-COVID-19 sea un periodo de riesgo metabólico [8,9]. Las secuelas no permiten la actividad física rutinaria. Las condiciones socioeconómicas de cada país o región no lo permiten. Durante la fase aguda de la COVID-19 se desencadena un trastorno metabólico persistente. El paciente presenta comorbilidades previas al COVID-19 como diabetes mellitus y obesidad, la cual ha sufrido una importante secuela que no permite la adherencia al tratamiento de manera efectiva.
Ghadamgahi et al. [1] realizaron un estudio prospectivo comparando los resultados clínicos y la supervivencia de pacientes diabéticos con COVID-19 vs pacientes no diabéticos, donde encontraron que la diabetes es un factor independiente de mortalidad (OR 2,88 (IC 95%: 1,80-4,69; P<0,01), por lo tanto, también del resultado clínico y, por lo tanto, de la lesión de órganos diana (factor de riesgo de complicación durante el síndrome post-COVID-19) [1]. Otro estudio, realizado por Ajele et al. [2], determinó la prevalencia de desregulación emocional y depresión en pacientes diabéticos durante la pandemia, observándose que existe una relación directa y significativa entre estos trastornos y la presencia de diabetes mellitus (β=0,39, IC 95 % (0,29, 0,48)), que teóricamente se intensifican durante y después de padecer la enfermedad [2].
Otra complicación importante que comparte un origen endocrino, infeccioso y neurológico es la mucormicosis durante la fase post-COVID-19, que puede presentarse a nivel pulmonar, gastrointestinal o rino-orbito-cerebral [10]. India es el foco principal de la mucormicosis asociada a COVID-19, que es una enfermedad insidiosa pero mortal y potencialmente incapacitante [10]. Queda mucha investigación por hacer sobre el síndrome post-COVID-19 y su relación con los trastornos metabólicos persistentes o de novo [11].
Sin embargo, por varias razones es sin duda un período de riesgo metabólico que aumenta el riesgo de muerte. Como estrategia para contrarrestar este problema, se pueden crear equipos y centros especializados en el seguimiento estricto de pacientes con factores de riesgo, y de aquellos que durante la fase aguda han sufrido daño evidente de órgano diana, para detectar precozmente cualquier complicación y reducir la riesgo de descompensación y muerte.
Indexed At, Google Scholar, Cross Ref
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